miércoles, 6 de mayo de 2009

Counter activismo

James McGrath publicó en The Escapist un interesante artículo sobre ciberactivismo. De todo lo que se cuenta en el artículo me ha parecido especialmente desatinada la forma en la que se manifiestan los diferentes grupos. Lo hacen dentro de las partidas online de diversos FPS bélicos.

Hay un problema de base en esta forma de protesta.
Los juegos, por definición, son una simplificación de un aspecto de la realidad. Se recrea la guerra de una forma que resulte estimulante y divertida. El jugador se ve enfrentado a una simulación de la realidad convenientemente mutilada para que el jugador se dedique a lo importante. La interactividad.
En el Counter Strike (ejemplo que ponen en el artículo) el jugador forma parte de uno de los dos bandos: terroristas o antiterroristas. No existe ningún tipo de introducción porque los objetivos son obvios. Matar a los otros, a los malos, a ellos. Es un entorno donde no hay término medio.
Las opiniones están radicalizadas de partida e intentar proponer otro tipo de discurso es algo que resulta molesto e irritante porque está completamente fuera de contexto.

Pero tienen razón en que los videojuegos pueden servir como vehículo para transmitir ideas políticas. Se ha criticado a juegos como Call Of Duty 4 por ser considerado propaganda política.
Si el Call Of Duty 4 es peligroso porque convence de cosas es algo que se me escapa pero lo que tengo claro es que la forma de contrarrestar sus efectos no es manifestándose en los servidores de juego online.
Creo que aquí iba todo eso de la educación, el pensamiento crítico y el análisis pero yo es que ya me aburro mucho.

domingo, 3 de mayo de 2009

Sobre tartas y rotundos bigotones

Hay un momento en el Wario Land 4 en el que Wario se convierte (metafórica y, a veces, literalmente) en una bola dentro de un pinball.
Hasta entonces habíamos guiado a nuestro rechoncho avatar siguiendo unas reglas que nos son familiares por lo que no necesitamos que nos las remarquen. Sin embargo, ahora se nos explicita el rumbo que debemos seguir e incluso lo que debemos hacer.
El juego parece reirse del jugador y de la forma en la que interactúa con nosotros al enseñar el camino a seguir.

Nos damos cuenta de que hay algo más detrás del chiste justo cuando hacemos añicos un bloque aparentemente irrompible. ¿Por qué se rompe este bloque si es igual que todos los demás?
Y es entonces, despojados de una de las certezas que nos guiaban, cuando nos preguntamos si el camino que nos subrayan es verdadero y conduce a la victoria. ¿Podemos seguir confiando en las reglas cuando se nos engaña, manipulando unas convenciones que pensábamos ciertas?
Is the cake a lie?

sábado, 25 de abril de 2009

Que quede constancia (I): The Living End

The Living End son impepinables. Porque si. Punkabilly tirando de lo mejor de cada casa. Stray Cats, Reverend Horton Heat, punk, rock... Guitarreo insensato, contrabajo chachi y baterías impresionantes.

Su último disco se llama White Noise. Lo pueden oir, spotify mediante, aquí. Un giro al Rock'n Roll clásico, AC/DC-iense si se prefiere. Cosa que siempre está muy bien. A tope con Australia.

miércoles, 15 de abril de 2009

Avant Garde Cello

Zoë Keating (myspace) es la razón por la que el cello es uno de los instrumentos más cool del mundo.

Tres maravillas que demuestran.







Y un link del amor.

sábado, 28 de marzo de 2009

Butch Viggismos, politiquismos, televisionismos y über revoluciones...

... o el retorno del hype.

Butch Vig está acabando la grabación de 21st Century Breakdown y yo no puedo hacer otra cosa que emocionarme. Un hombre capaz de entender así de bien cómo se graba con Nirvana merece mis respetos y mi ilusión.



Ahora que comprenden un poco mejor mi emoción primigenia (y mi acojono primigenio leyendo cosas como: "The title track [21st. Century Breakdown] is a dense multi-part face-off between The Clash, Queen and The Who") acerca de lo que puede llegar a ser este disco si, como parece, utiliza la metáfora loca, desorbitada y esquizofrénica para hablar del exceso de estímulos a los que día tras día nos somete el audiovisual, de política, de ética y de religión.
Porque, sin duda, éste es el camino a seguir. Green Day debe ejercer otra vez como portavoz generacional comprometido, rabioso y masivo.
American Idiot supuso una revolución y este nuevo disco debe ser hijo de ella.


Bola extrismo: Me linkan la crónica del concierto en Medicina en The MusicAll. Un saludo, majos.

jueves, 19 de marzo de 2009

The Chumachos + Cuming Soon - Facultad de Medicina de la UC

The Chumachos (myspace) hicieron que, para ser un martes y en uno de los peores sitios que he visto en mi vida para hacer un concierto, la noche acabase mejor de lo que pintaba.
Sin salirse en ningún momento de las referencias más clásicas en lo que a blues y rock'n roll le echaron ganas y dejaron momentos muy interesantes.

El concierto no empezó bien. Faltaba ambiente. Con el público sentado aquello no parecía dispuesto al desmelene por lo que no se continuó hasta que se levantase la gente. Costó trabajo pero había que echarle huevos, y los echaron. Aún así, el concierto no empezó bien. El escenario quedaba vacío con Víctor (guitarra y voz) demasiado desplazado a la derecha y Germán (bajo) demasiado a la izquierda era fácil perderte mirando a un lado y a otro ya que en el centro no había nada (bueno si estaba Pedro con su batería atrás en la lejanía). Aún con todo a los temas no se les puede objetar básicamente nada.
Ya con el público algo más caliente llegó la parte interesante del concierto. Empezaron a moverse algo más por el escenario y Victor acabó tocándose un solo a escasos veinte centímetros de donde nos encontrábamos todos.
El público (con abundancia de féminas, lo cual siempre es de agradecer) parecía satisfecho.
Pero estos tíos no parecían con ganas de dejarse nada en el tintero y el final estuvo a la altura con el mítico momento rockandrollero de girar por el suelo para el outro del último tema.
Muy bien.

Llegó el turno para Cuming Soon (myspace). Rock and roll sucio que suena a cosas ya has oído pero que no te cansas de oir. Otra vez con el público en sus asientos la cosa tardó en arrancar.

Tienen buenos temas, la voz es potente (una mezcla entre Dave Grohl y Andrew Stockdale) y la guitarra suena a clasicazos tipo AC/DC o los Black Crowes que tira para atrás lo cual no es malo si se acompaña de una cosa que a ratos pareció faltarles: personalidad. Estás tocando cerdaco, coño, echale huevos. Fuerza la voz y rasga como un poseso, no como una nenaza. Ah, y por favor, cuando toques un solo no le des la espalda al público. NUNCA. Y a poner caraza de rock and roll aunque sea sólo para "efectuar un trabajo manual mínimo" (focomelo dixit).
Ea, dicho queda.

viernes, 20 de febrero de 2009

Wicked Wanda despiporradora

John Tones, Mr. Asterisco y Libertino son LA BANDA. Así. Con mayusculaca.

El concierto en la madrileña sala Wurli empezó con Las Führers. El trío power punk lo intentó sin demasiada suerte aunque el grandísimo johnny urethra, que colaboraba en varias canciones dándole al tecladito, levantó ovaciones y vítores cada vez que se subió al escenario.
El sonido de la sala no estaba para demasiadas sutilezas y todas las canciones sonaron a lo mismo. Unas bateras poco inspiradas (el estado del instrumento, alquilado a la sala, era absolutamente lamentable) y la falta de fuerza de unos estribillos que no brillaron (si tienes que traerlos aprendidos de casa, no son buenos estribillos) impidieron que la gente entrase en calor (a excepción de un hombre con una camiseta de Bauhaus que parecía extasiado ante el espectáculo) y eso que ganas no faltaron.
Ah, y se echaron en falta mujeres de generosos escotes vestidas de oficiales nazis. Al menos yo las eché de menos.

Por fin llega el momento. Me llaman para que desde la mesa les pusiesen la entradilla (ah si. Tenía enchufe. ¿Qué digo enchufe? Enchufaco). No hizo falta. Empezó a sonar Three Amigos. Saltó LA BANDA y un público entregado, formado en su mayor parte por titanacos de talla mundial (al nivel de los que estaban encima del escenario), empezó aplaudiendo y acabó coreando el HIMNACO.
Empiezan con Tourette Televisión. Versión del clásico con unos magníficos coros de Asterisco en glorioso falsete y con la primera demostración de fuerza y personalidad de Kiko a la batería y un Tones potente con el bajo y la voz.
Ponme una raya sigue con la misma tónica. Aunque la guitarra se intuía más que sonaba, el solo quedó decente.

Momento cumbre fue el "¡Para, para, que no te oigo nada!" que Libertino le gritó a Asterisco al final de una canción. La guitarra se ahogaba en los monitores pero consiguieron acabar la canción AC/DC-ientemente.
Las versiones de The Cramps (dedicada, como no podía ser de otra manera, a la memoria de Lux Interior) y Siniestro Total interpretadas con ganas y estilaco hicieron las delicias de los fanses. Porque Wicked Wanda tiene fanses incondicionales sin siquiera tener un disco al que agarrarse. Dos canciones en myspace.

La parte media aguantó gracias a la fuerza de las bases. El bajo daba un empaque excepcional y momentos de mucha fuerza cuando Tones metía overdrive y esa cosa extraña que es el BassBalls. Dándolo todo a falta de algo más de guitarreo insensato (por falta de sonido, no por falta de ganas).

Y, por fin, el apoteosis catártico. La última canción se saldó con pogo insensato a tope por parte del frente más bullanguero. Los de la primera fila. Intelectuales punk pogueando. Eso, señores, es algo de lo que muy pocas bandas pueden presumir. Y Wicked Wanda no presume. No le hace ninguna falta.